Segunda mano, fluidez y generación Z
Shimokitazawa. 12 de la mañana. El aire es fresco, y el lugar aún más, pero así es Shimokitazawa… el paraíso de lo hipster. Girad a la derecha, después a la izquierda, a la derecha otra vez y acabaréis… totalmente perdidos. Sin embargo, ¿a quién le importa cuando os podéis tropezar con auténticas joyas? Enmarcado en ladrillos rojos falsos y arbustos ornamentales, buscad el cartel de neón rojo blanco y azul de la tienda de segunda mano con estilo de balneario. Bienvenidos a New York Joe Exchange, donde la generación Z se acerca a la moda con la mente abierta.
Bajando uno, dos y tres escalones hacia las puertas dobles de New York Joe: el camino está bordeado por bolsas de basura negras llenas de nuevos artículos (viejos). Acercaos hasta la caja, pero no miréis arriba. Sorprendentemente, el suelo es uno de los aspectos más interesantes de la tienda. Losas blancas agrietadas con lechadas grises de cemento… definitivamente ha visto mejores días. Avanzad un poco más y os encontraréis acorralados por un círculo de losas azul oscuro. El antiguo baño de hombres del balneario. A la derecha, un círculo rojo marca el antiguo baño de mujeres. Aquí encontraréis la atracción principal, una plataforma en la que el tiempo y el espacio se comprimen, colapsan y deconstruyen, dejando a su paso: fluidez. En cada nueva bolsa negra hay una cornucopia de ropa que abarca varias generaciones. Al principio puede parecer solo un batiburrillo de… cosas; todo repleto de estampados que chocan y siluetas contradictorias… pero cuando se ve con una perspectiva más inclusiva, esta tienda de segunda mano es un espejo perfecto de la fluidez de la generación Z.
La generación Z es un sector demográfico muy discutido de los que no se ha hablado muy bien en los últimos años.
El término generación Z (Gen Z) hace referencia a la gente nacida entre mitad de los años 90 y comienzos de los 2000. Suceden a los milenial (alias Gen Y) y preceden a la generación alfa, los hijos de los milenial. La generación Z es un sector demográfico muy discutido de los que no se ha hablado muy bien en los últimos años. En ocasiones conocidos con el término peyorativo “copo de nieve”, los medios informativos de la generación Z, en especial en Reino Unido, los describe como demasiado emocionales, con un injustificado sentido de derecho legítimo, y una obsesión por su propia “singularidad”. No obstante, quizás no sea más que un reflejo de la tendencia de la sociedad por criticar la generación que se ha hecho mayor… hace no mucho gente como Jean Twenge tildaba a los milenial de “narcisistas”. Independientemente de vuestra opinión, no se puede negar el dinamismo de la generación Z: Xiuhtezcatl Martinez, Emma González, y Kai-Isaiah Jamal, por ejemplo. ¿Qué significa pertenecer a la generación Z?
En la era de Internet podemos disfrutar de la Harajuku Fashion Walk o asistir a una entrevista de trabajo con un empresario a 10.000 Km de distancia, desde la comodidad de nuestro hogar. Gracias a la tecnología, barreras como la distancia o el tiempo que había entre la gente y lugares ya no son tan tangibles. El resultado es la sensación de que el tiempo y el espacio se han comprimido, que ya no tienen la misma importancia; la generación Z ha madurado con estas condiciones. Muchos dicen que esa es la razón por la que la generación Z prefiere intervalos de tiempo más cortos, o que se distraen hasta con una mosca, pero otros piensan que las preferencias de la generación Z por la transparencia y la economía del lenguaje es solo eso: una preferencia.
Un pensador fluído acepta las contradicciones y no intenta que se ajusten a un ideal.
Pero ¿y si lo lleváramos un poco más lejos? Quizás las “preferencias” de esta generación Z solo sean una forma de procesar la complejidad. La complejidad también ha inundado el mundo con una gran cantidad de información que consumimos a través de Internet en Facebook, YouTube y Twitter. ¡El mundo es muy intenso! Y el bombardeo de información que experimentamos cada día puede resultar abrumador como poco… es humano intentar seguir un método para procesarlo. También es humano optar por lo más simple, pero la generación Z sigue un acercamiento diferente: la fluidez. Es una forma de pensar que alienta a la negociación constante y hacer malabares con múltiples conceptos1. Un pensador fluído acepta las contradicciones y no intenta que se ajusten a un ideal. Un pensador fluído acepta que la gente cambia constantemente, y abraza la individualidad y la pluralidad sobre la conformidad. Para la generación Z, la fluidez es lo que le da sentido al mundo. El resultado es una redefinición de… bueno… ¡todo! La generación Z tiene la capacidad de acoger la pluralidad con los brazos abiertos, y eso significa que también tienen la capacidad de entender el potencial como algo reciclable: ¿por qué no puedo ser un músico y un actor o un diseñador gráfico? Aun mejor, ¿por qué no puedo hacer todo al mismo tiempo? Sí, suena misteriosamente parecido a los empleos adicionales de los milenial, pero eso estuvo motivado por la crisis de 2008. Para la generación Z, la pluralidad es la norma; no se pueden imaginar un mundo en el que estén limitados a un trabajo para el resto de sus vidas.
Vale, ya hemos tocado la fluidez. Ahora os estaréis preguntando dónde encajan las compras de segunda mano.
Al crecer mientras se intensificaba el debate sobre el cambio climático, la generación Z ha asumido desde su juventud que están hechos para mejorar el mundo. De acuerdo con Molly Logan, cofundadora de Irregular Labs, un laboratorio de ideas que se dedica a documentar el panorama social cambiante desde las perspectiva de la generación Z, que casi son nihilistas en su percepción de la vida como una existencia fugaz. ¿Y a qué lleva esto? a una persistente búsqueda de soluciones. Cuando se trata de la moda y los problemas causados por el ser humano, como el cambio climático, la respuesta es sencilla: optar por los medios de autoexpresión menos dañinos para el medio ambiente. ¿Por qué inclinarse por la moda rápida cuando está la ropa de segunda mano? Para la generación Z, la moda significa verse guay, ser auténtico y que resulte conveniente pero de un modo socialmente responsable. No cabe duda de que las compras de segunda mano sean una opción más que viable en esta época del cambio climático porque permite que la ropa sea atemporal a la misma vez que propia de un momento específico, ponible pero reutilizable, consciente, pero responsable con la moda.
No obstante, los conceptos de la generación Z y la fluidez son ideas muy occidentales. Sería de muy corto alcance leer este artículo como una verdad universal… pero esto no significa que las perspectivas de este mundo sean únicas. Los fans de Terrace House recordarán el “incidente del tempura” entre los residentes de la casa Shōhei y la casa Haruka. Shōhei deseaba ser maestro de todos los oficios y esto se vio con negatividad. Es cierto que en Japón no existe una comprensión tan flexible sobre el potencial de uno como lo hay en occidente, pero hay ejemplos de las características mencionadas de la generación Z en el trabajo aquí en Tokio. Entrad (de nuevo): New York Joe. En una tienda como esta no solo se entra por la moda, sino también para tener una experiencia sincera y fluída.
A vuestra derecha e izquierda, andamios llenos hasta los topes. Primero, una chaqueta acolchada con estampado de jirafa, después un forro polar gráfico de los 80. Al lado, abrigos de caza de tartán, seguidos de ese artículo fiel de las tiendas de segunda mano: una chaqueta vaquera. Mirad hacia arriba para encontrar camisetas grunge de los 90 inspiradas en Kurt Cobain, o una camisa de seda imitación de Versace Barocco. ¡En esta tienda de segunda mano encontraréis esa misma distorsión del espacio-tiempo, esa misma fluidez que prospera en la generación Z! ¿Qué más podría explicar esa habilidad para que coincidan artículos de diseñador e imitaciones, para que se encuentren el estilo disco chic de Studio 54 y el estilo Heroin Chic de Kate Moss?
Pensadlo de esta forma: New York Joe tiene el mismo origen que la generación Z. Es un lugar sujeto a la compresión del espacio y el tiempo gracias al movimiento continuo de artículos vintage de todas las décadas. El ciclo de artículos en bolsas negras se asocia a la constante negociación y malabares con múltiples conceptos, contradicciones y potenciales de la generación Z. La fuerza de esta generación radica en su rechazo a categorizar o clasificar, y su capacidad de aceptar la disparidad en el valor nominal. La homogeneidad de las tiendas de segunda mano resuena con la generación Z. Así que sí, la generación Z compra de segunda mano porque es una gran alternativa a la moda rápida. Sin embargo, tened en cuenta que también compran de segunda mano porque comparten una afinidad con las tienda de segunda mano: la fluidez.
Volved hacia la caja. En el camino, vitrinas repletas de joyería de oro, bolsos de diseño de piel de serpiente… un gorro de terciopelo. El personal de la tienda os agradece que hayáis visitado la tienda mientras subís los tres escalones para salir de la tienda… aunque no hayáis comprado nada. Son las 14:10. Habéis perdido dos horas y diez minutos de vuestro tiempo… pero mereció la pena.
Escrito por Anna, traducido por Ismael.
Imagen destacada cortesía de Favoured Agency.
1 Irregular Report #2: Fluidity (en inglés)