Artículo de reflexión: ¿Denuncia o crítica constructiva?
De LiveJournal a Instagram, la comunidad de moda alternativa siempre ha estado presente en los espacios online. Sabíamos que nuestras opciones de vestir no siempre eran bienvenidas en el mundo exterior y motivábamos la positividad y la sinceridad en estos espacios. Publicábamos nuestros conjuntos en tableros de imágenes como CGL; hablar en Facebook y compartir publicaciones en Twitter nos acercaba a la comunidad de la moda global. Sin embargo, también había veces en las que nuestras publicaciones y comentarios no siempre concordaban con los ideales de la comunidad. Cuando ocurría eso, pasábamos a intermediar aportando consejos. ¿Pero lo hacíamos siempre bien? ¿Deberíamos haber avisado a la gente o hacerle una crítica constructiva?
La crítica no es intrínsecamente negativa, parece ser una parte integral en la era de las redes sociales. Seguramente ya lo hayáis experimentado: publicáis un conjunto en un foro de moda alternativa japonesa y de forma irremediable alguien publica un comentario con algún consejo de estilismo. Aunque no le hayáis pedido su opinión tampoco os ha molestado, e incluso os ha dado una perspectiva diferente. La crítica constructiva nos aporta valoraciones que nos animan a mejorar. La YouTuber Tyler Willis utiliza la sátira para discutir los temas difíciles que se presentan en nuestra comunidad. En un vídeo que lleva por título “Your Replica is Bad and You Should Feel Bad” (tu réplica está mal y deberías sentirte mal), Tyler habla sobre una usuaria de Facebook a la que le molestó la crítica abierta de la comunidad a sus réplicas de vestidos. Tyler no solo desmonta sus razones de forma constructiva, sino que también nos presenta un sólido argumento en contra de la compra de réplicas de vestidos.
Sin embargo, eso no quiere decir que no haya espacios negativos en Internet. A menudo se ha criticado a miembros de la comunidad por su comportamiento o conjuntos “de mal gusto” en foros como Behind The Bows y Gyaru Secrets. A día de hoy, la “crítica feroz” parece ser lo normal.
Ahí se pasaron de la raya. Deberíamos ser capaces de separar las razones de la crítica del individuo, ¿verdad?
Seguramente Kelly Eden no se esperaba todas esas reacciones negativas cuando publicó un vídeo en su canal de YouTube contando que pagó por error 1500 dólares por un vestido de Angelic Pretty. Compró el vestido en la tienda oficial de Angelic Pretty de Harajuku. Su banco la llamó después de registrar una compra de 1500 dólares. Tras percatarse de que el vestido no costaba los 150 dólares que ella pensaba, Kelly intentó devolverlo (algo que está totalmente prohibido en las pequeñas tiendas de ropa en Japón). Finalmente consiguió devolverlo, para disgusto de las encargadas de la tienda. Sí, Kelly debería haber prestado más atención al precio del vestido, toda la comunidad está de acuerdo. Sin embargo, la conversación pronto derivó al body shaming y a criticar su estilo de vida. Ahí se pasaron de la raya. Deberíamos ser capaces de separar las razones de la crítica del individuo, ¿verdad?
Cuando se critica a alguien, en línea normalmente eso incluye dar nuestra opinión y aportar “pruebas” sobre el delito del infractor. Volver a publicar contenido borrado y capturas de conversaciones (tanto públicas como privadas) son maneras “aceptables” de presentar pruebas. A veces una opinión supera a los hechos y se hace difícil discernir la verdad, ya que el significado y el propósito no siempre se interpretan bien en las redes sociales. En serio, cualquiera puede decir cualquier cosa en Internet sobre cualquier persona y reclamar que es “verdad”; ¿deberíamos creernos todo lo que leemos o vemos online? La persona que grite más fuerte no tiene que ser siempre la que tiene razón.
Chaoko, una chica española fanática del cybergoth, hizo un vídeo que llevaba por título “Mis Copias”, criticando a gente por copiar su estilo. A pesar de que el vídeo estaba en español, se extendió rápidamente por toda la comunidad internacional y dio pie a otras críticas en represalia, que llevaron a una gran sublevación dentro de la comunidad. Claro está, nadie puede apropiarse de un estilo como hizo Chaoko, pero lo que debería haber sido un debate se convirtió en una pelea a gritos que no llevó a ninguna solución. Aunque al final acabó borrando el vídeo de su canal de YouTube, otro usuario volvió a publicarlo, un gesto que solo puede calificarse de malintencionado. Utilizar el contenido borrado de una persona como prueba contra ellos crea un entorno hostil y cruel en la comunidad.
La crítica constructiva deja un espacio
a la discusión y la amplitud de miras, ¿no acudimos
a la comunidad por eso mismo?
La crítica constructiva favorece el crecimiento y la mejora de los individuos y la comunidad, pero la cultura de la reprimenda tiene efectos perjudiciales y trascendentales para ambas partes. Los críticos reúnen a la comunidad y les impone una única tarea: avergonzar al criminal públicamente por su infracción, de forma masiva. Por desgracia involucra a la comunidad de una forma en la que la crítica constructiva no puede: la ira incita más a la gente que la positividad. ¿Pero quién decide cuándo hay que criticar a alguien? ¿Y por qué debería reunirse a la comunidad en torno a la indignación mutua? ¿Es un mal necesario? ¿O los efectos del drama pesan más que los beneficios? En un grupo tan unido, a veces puede ser difícil pasar página ante algunas ofensas. La crítica constructiva deja un espacio a la discusión y la amplitud de miras, ¿no acudimos a la comunidad por eso mismo?
・・・
AVISO: Antes de que alguien decida criticarnos a nosotros por no abarcar ciertos temas, ¡por favor sed conscientes de que tenemos un límite de palabras! Las discusiones sobre la crítica constructiva y la cultura de la reprimenda es densa y tiene muchos matices. No podemos adentrarnos en el tema tanto como nos gustaría, pero esperamos que este artículo sea suficiente para seguir con la conversación.
Escrito por Choom, traducido por Úrsula.
Imagen destacada cortesía de @anna.boat.prem.