¿Recordáis cuando Beckii Cruel se hizo viral en Japón?
Muchos de nosotros soñamos con actuar como idols algún día. ¡Beckii Cruel hizo justo eso con doce años! Se hizo famosa en Japón de la noche a la mañana cuando su cover de baile de la canción de J-Pop “Danjo” se hizo viral en YouTube. Nos hemos sentado con Beckii para hablar de su vida como idol y qué hay más allá.
¡Preséntate!
Soy Beckii, tengo 25 años y vivo en Londres, pero crecí en la Isla de Man. Comencé como YouTuber, trabajé como idol en Japón y en 2019 cofundé mi propia agencia de marketing para influencers, Pepper Studio (en inglés).
¡Te convertiste en una sensación en Japón de la noche a la mañana! Cuéntanos tu experiencia.
Hacerse viral fue muy impactante y extraño. Tuve que armarme de valor y encontrar la forma correcta de contarle a mis padres qué había pasado. Cuando comencé a recibir ofertas para viajar a Japón pidiéndome que actuara allí, tuvieron que pensarlo concienzudamente. Al final pensaron que no querían que me arrepintiera de nada. Las oportunidades como esa solo se presentan una vez en la vida, y decidimos aprovecharla.
¿Cómo fue madurar bajo la mirada del público en la industria del entretenimiento?
Siento que la senda de mi vida se bifurcó en ese momento. En general tuve una experiencia positiva, pero también tuve momentos difíciles. En aquel entonces tuve que soportar muchos comentarios personales sobre mis habilidades y mi apariencia. Estaba hecha pedazos, y creo que también he arrastrado algo de esa baja autoestima en mi vida adulta.
Siendo tan joven y en una edad en la que todavía te estás formando, que tantos extraños hagan comentarios personales puede impactar muchísimo. Agradezco que hubiera un equilibrio, ya que también recibí comentarios de gente amable. De otra forma, no estoy segura de qué habría hecho.
¿Qué sentías al formar parte de una industria en la que eres una minoría?
¡Creo que, en varios sentidos, mi limitado conocimiento de la lengua japonesa me ayudó tanto como me obstaculizó! Nunca fui capaz de leer los cotilleos locales sobre mí, por lo que no me hacían daño. Me enamoré de la cultura japonesa, la gente que conocí en el camino fue muy amable y acogedora. Me inspiraron a correr más riesgos.
¿Cuáles han sido los hitos más importantes de tu carrera?
El primero fue en 2009, cuando visité Japón por primera vez. Me encargaron un nuevo baile que tuve que aprender en el avión, y veinticuatro horas después de aterrizar pude actuar con este nuevo baile como broche de oro en el Animelo Summer Live, ante un público de 25.000 personas. No parecía real, pero aun me sorprende a día de hoy, y estoy muy orgullosa de esa chica.
Lo más guay: fui a comprar con mi madre a Shibuya 109 en torno al año 2010. Estábamos mirando tiendas y entonces una chica me pidió una foto, luego llegó otra chica, luego otra… ¡y de repente toda esa planta del centro comercial estaba repleta de gente! ¡Los agentes de seguridad nos tuvieron que escoltar hacia la salida! ¡Durante un momento sentí lo que era la vida de una celebrity!
Lo más significativo: conocí a Kozue Aikawa, la que algunos lectores recordarán como una de las mejores y más increíbles bailarinas de J-Pop de YouTube. Era una idol personal mía. Pude conocerla durante un evento de San Valentín en el que actuábamos las dos. No pude comunicarme con ella porque no tenía suficiente nivel de japonés, pero poder conocerla fue una experiencia increíble, un auténtico viaje astral.
¿Cómo ha moldeado tu experiencia como idol tu vida y tu relación con la cultura japonesa?
Tuve que madurar muy deprisa para poder adaptarme a este nuevo mundo. Tuve que aprender etiqueta empresarial y trabajar muchas horas. Siento que toda esa experiencia desdibujó mis límites. Tuve que trabajar muy duro para desaprender todo eso.
Todavía me encanta la moda japonesa y la cultura pop, pero ya no es un elemento tan importante en mi vida. En cuanto a lo que veo en redes sociales, ya no consumo contenido japonés. ¿Quizá mis intereses han cambiado? ¿o si no puede que se percibiera como que me he quedado anclada en el pasado? Creo que probablemente serán ambas cosas.
¿Por qué decidiste retirarte de la industria?
Había muchos factores a tener en cuenta. La cultura pop cambia muy deprisa, los contratos que había firmado entraban en conflicto con ciertas cosas de las que estaba protegida pero me informaban de todas formas. No hablo japonés de forma fluida, y no tenía planes de trasladarme a mí o a mi familia a Japón.
¿Cómo fue la transición de ser idol a no serlo?
Diría quizá que el camino desde la “idol pública” a ser “una persona bastante normal con mucha más privacidad” ha sido un viaje largo y lleno de pruebas. Siempre me he guardado algunas cosas para mí, por ejemplo: a mí nunca me impusieron la famosa “prohibición de relaciones” de la cultura idol. Pero es una parte de mi vida que nunca he querido compartir públicamente. En aquel entonces era por mera necesidad, pero ahora es más bien una búsqueda de límites sanos.
Eres la cofundadora de Pepper Studio, una empresa que se especializa en el marketing de influencers. ¿Qué te hizo escoger este camino laboral?
Como idol y YouTuber, a menudo colaboraba con varias marcas y las promocionaba a través de mis canales. Siempre me interesó esa cara del negocio, y cuando me independicé y me mudé a Londres, tuve la oportunidad de unirme a un negocio de marketing para influencers. Allí conocí a los que ahora son mis compañeros de negocio, y en 2019 pudimos unirnos y fundar Pepper Studio.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Ya he tenido una vida emocionante y no creo que tenga mucho pánico o mucha prisa para conseguir hacer algo específico a una determinada edad ni nada de eso. Pude disfrutar esa experiencia porque me mantuve abierta a las oportunidades. Continuaré así y me conformaré con lo que tengo ahora.
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Introducción y preguntas de The COMM, traducido por Úrsula.
Imágenes cortesía de Beckii Cruel.