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Artículo de reflexión: Las ventajas de estudiar moda en una universidad

Oh, la pregunta de siempre. ¿Debería acceder a una educación superior para dedicarme a mi pasión creativa? ¿O en la vida real es suficiente si practico por mí mismo?

A veces lo peor de dar con la solución es que, no importa qué camino escojáis, parece que ambos conllevan mucho riesgo. Podéis emplear todo vuestro dinero y pasión en una escuela, pero eso no os garantiza que vayáis a encontrar trabajo de eso en la situación económica actual. También podéis elegir ir por vuestra cuenta y esforzaros más horas con un atareado horario de trabajo sin claras relaciones con la industria, y sin forma de saber si vais por el buen camino.

Los pros y los contras de elegir dedicaros a vuestra pasión a través de la universidad dependen casi siempre de los contactos que podáis hacer, y que esta supone una garantía de calidad de vuestras habilidades. La inclinación a buscar y rebuscar toda la información que hay ahí fuera puede ser tan abrumadora que la desesperación lo hace todo mucho más difícil. ¿Cómo salir de esa espiral?

Bueno, en The COMM no podemos responder a eso. ¡Pero sí PODEMOS preguntarle a una estudiante de moda que ya se enfrentó una vez a este dilema! Hemos entrevistado a Domi Szmid (@domsyn), estudiante del Bunka Fashion College de Tokio, sobre su experiencia eligiendo perseguir su sueño de diseñar ropa en la universidad y qué le llevó a estudiar en Japón en lugar de en su país de origen, Polonia. Cuando se hizo esta misma pregunta hace un año, acabó encontrando un acuerdo que la llevó por el buen camino hacia la carrera de moda de sus sueños.

Junto a sus estudios de grado normales, a tiempo completo y en dos años, el Bunka Fashion College también ofrece una versión a tiempo parcial de algunos de sus programas, en tres años y con clases en turno de tarde. Esto puede ser una sorpresa para aquellos aspirantes al Bunka de habla no japonesa, ya que no se oferta en su página web en inglés, pero eso es debido a que Bunka no puede becar los visados de los estudiantes que se inscriban en sus clases del turno de tarde. Por eso, los aspirantes suelen tener ya un nivel oral fluido de japonés si son capaces de trabajar o estudiar en otras partes del país. En el caso de Domi, ella estaba ya trabajando en Japón y considerando su próximo paso cuando un amigo le contó que este curso podría ser una opción para ella.

«En los cursos del turno de tarde en Bunka ―dice Domi―, solo existen dos especializaciones: Creación de moda y Marketing. Yo estoy en Creación de moda, que básicamente es una combinación de clases prácticas, por ejemplo costura y patronaje y clases de diseño».

Una de las ventajas de estudiar en una escuela de moda de renombre es que no solo podéis poneros a la cabeza con las prácticas y conectar directamente con la industria, sino que las personas con las que estudiáis serán los diseñadores de mañana. Es mucho más fácil comenzar proyectos después de graduaros si todas las personas con las que necesitaríais trabajar ya son amigos vuestros.
Y si sois personas no japonesas que estáis estudiando en Japón, la relación con una institución de educación superior le dará peso a vuestro currículum. En un país en el que los extranjeros tienen problemas para asentarse a largo plazo, un paso permanente como ese os asegurará que en el futuro las empresas os tomen más en serio.

«Para mí de verdad han cambiado muchas cosas desde que entré a Bunka ―dice Domi―. Antes de eso, incluso cuando estaba trabajando aquí, iba a eventos y clubs relacionados con la moda, pero si solo dices “Oh, hola, soy extranjera, estoy trabajando y dando clases de inglés”, la gente no se interesa por ti».

Otro factor clave es el nivel de habilidad que podéis obtener en la universidad en comparación con lo que podéis aprender por vosotros mismos. Los únicos trabajos de creación de moda no se limitan a dirigir a diseñadores o sastres (los futuros patronistas y costureros también necesitan formación) ni a la industria estándar. Si sois autodidactas quizás no os percatéis de los lapsos en vuestro conocimiento que necesitan refuerzo.

Si estáis planeando trabajar en Japón, un país con una cultura única del trabajo intensivo, también supondría una gran ventaja obtener formación aquí antes de trabajar. Aprender las rutinas de educación japonesa os preparará para la rutina del trabajo japonés.

Cuando estáis tomando la decisión de ir o no, también es importante considerar lo que no podréis aprender en la universidad. Específicamente en Bunka, Domi siente que es difícil mantener el control sobre la creatividad a medida que progresáis en vuestros estudios, ya que en los dos primeros años valoran y ponen especial énfasis en la perfección técnica. Pero también puede ser un desafío para los estudiantes tener ese talento natural y mantener un estilo acertado. «Hay gente que simplemente tiene un estilo por el que sabes que son cool y que la gente los seguirá, mientras que otros, a pesar de tener interés por la moda, no tienen esa clase. Creo que eso es muy difícil».

¿Qué pasa si no tenéis mucho estilo? Eso puede ser una preocupación común, pero al mismo tiempo, las escuelas de moda no son solo para futuros diseñadores, como ya hemos dicho más arriba. Podría haber otras habilidades extremadamente técnicas que podáis incorporar a vuestra carrera, ¡pero primero tenéis que aprenderlas!

«Nuestra profesora le pidió a una chica que enseñara el vestido que estaba haciendo, y como no le gustaban las puntadas porque eran muy muy rectas cogió unas tijeras pequeñas reunió a toda la clase y lo cortó en pedazos».

Sin duda ese enfoque de “mano dura” que impera en las escuelas creativas de todo el mundo puede no gustarle a todos, pero ¡hay que reconocer que funciona!

Aunque quizá la mayor preocupación de muchos sea el coste de estudiar en una escuela como Bunka (cosa a la que no restamos importancia), el objetivo de este artículo es mostrar que puede haber soluciones con matices a un problema que normalmente suele verse como blanco o negro.

Domi solo paga un tercio de la matrícula que pagan los estudiantes del turno de mañana y tiene total acceso a las instalaciones del campus y a clases de diseño pertinentes, además de a la red industrial de Bunka. También puede reunirse y entablar amistad fácilmente con los estudiantes del turno de mañana, y ella no es la única que compagina obligaciones a jornada completa con sus clases en Bunka. ¡Tiene un amigo que está cursando otro grado a tiempo completo al mismo tiempo que asiste a Bunka!

«Me fascina completamente. Durante el día asiste a un grado de ingeniería en Waseda, y luego por la tarde viene a Bunka y hace vestidos».

Puede que las escuelas de moda no sean solo una opción para las caras nuevas de la industria: «también hay gente de distintos campos que vienen por la red de contactos. Por ejemplo, hay gente que trabaja de sastre haciendo trajes, pero están pensando en montar su propia marca y vienen a Bunka para conocer gente». Para profesionales de la moda el turno de tarde puede ser suficiente.

Por supuesto, ser capaces de compaginar vuestros estudios con un trabajo a tiempo completo puede ser muy arriesgado para muchos, pero después de hablar con Domi hemos aprendido que aunque el mérito de ir a la universidad pueda ser incalculable aunque pese en el bolsillo, hay opciones ocultas y recónditas para aquellos que realmente quieren que resulte bien. Después de todo, ¡donde hay voluntad, hay camino!

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